La Comisión Europea estudia permitir que los coches diésel tengan un margen para contaminar un 20% más de lo establecido en la norma actual a partir de 2019. Además plantea que las mediciones que se realizan para dar los permisos a los vehículos para poder circular, dejen de realizarse en laboratorios como hasta ahora, dado que muestran resultados que no tienen nada que ver con las condiciones reales de la conducción, para hacerse en carretera.
La Comisión ha enviado al Parlamento europeo una proposición, que se votará hoy miércoles, donde relaja la petición inicial de Bruselas permitiendo que los automóviles de gasóleo tengan margen para emitir hasta 96 miligramos por km recorrido. Europa rechaza la propuesta realizada hace dos semanas por España donde se solicitaba que los coches pudieran emitir un 60% más del límite actual, situado en 80 miligramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por kilómetro recorrido.
Los redactores de la nueva normativa han admitido que, en condiciones reales de conducción, los límites actuales no son alcanzables, así que se les aplica un factor de corrección. Además, se les da un tiempo a los fabricantes para adaptar sus cadenas a estas exigencias.
La propuesta de Bruselas sostiene que el límite de 80 mg de emsiones de NOx en los motores diésel de los nuevos vehículos debe ser obligatorio en los test en carretera desde 2018, aunque contempla un periodo transitorio de dos años durante lso que se permitiría una cierta flexibilidad.
La UE ultima la entrada en vigor a partir del próximo mes de enero de pruebas de emisiones en codiciones reales de conducción, que completen los actuales test de laboratorio, pero queda por determinar el peso que estos nuevos controles tendrán a la hora de conceder los permisos.
España emumeró en sus enmiendas, toda una batería de puntos referidos a la economía basada en la producción de unidades de gasóleo: empleo, volumen de negocio (25.000 millones de euros), inversion en investigación...para exigir un margen todavía mucho más permisivo para los automóviles.
El texto remitido por el Ministerio de Industria querían aplicar un factor de correción inicial del 2,3 en vez de 1,6.Para el margen definitivo que tiene que regir desde 2019 proponía un factor de 1,6 en lugar de 1,18 pensando por Bruselas.
Volkswagen, uno de los mayores constructores de automóviles del mundo, reconoció haber engañado a la Agencia de Protección Ambiental de EEUU al instalar en vehículos de diferentes modelos diésel un programa informático que evita los límites a las emisiones de gases tóxicos. El sistema permitía detectar cuándo se le hacía la prueba oficial de emisiones al vehículo. Entonces, el dispositivo se encendía y hacía un control completo de las mismas, pero se apagaba cuando volvía a circular con normalidad.
En la misma propuesta redactada por la Comisión se hace referencia a esto. " Los dispositivos de trucaje están prohibidos. Los recientes acontecimientos han destacado la necesidad de reforzar el cumplimiento de la norma en este aspecto". Los trabajos comenzaron sobre 2011 pero han cobrado especial relevancia desde que se conoció el fraude de ese grupo.