El Comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, ha dado diez días a Volkswagen para que clarifique qué modelos y cuántos vehículos estan afectados las irregularidades detectadas por la propia empresa en los controles de emisiones de dióxido de carbono (CO2), tal y como se hizo público el pasado 3 de noviembre.
Así lo ha confirmado la portavoz comunitaria, Anna-Kaisa Itkonen, en rueda de prensa, en la que señalado que el comisario ha requerido la respuesta a Matthias Müller, consejero delegado del Grupo Volkswagen. Con estas irregularidades detectadas, se abre un nuevo escenario en el que el Ejecutivo comunitario si puede establecer multas a los fabricantes de vehículos en el caso de que excedan el límite establecido de emisiones de dióxido de carbono." Primero queremos ver qué tiene que decir Volkswagen", ha remarcado la portavoz.
El fabricante nortamericano anunció el pasado martes que 800.000 vehículos podrían estar afectados por nuevas irregularidades relacionadas con la medición de emisiones de CO2 y cifró en unos 2.000 millones de euros el "riesgo económico" asociado. Volkswagen no ha especificado en qué años fueron fabricados los coches afectados, cuántos son de diésel y cuántos de gasolina, ni qué marcas o modelos son los que presentan estas irregularidades.
La noticia se ha conocido cuando la compañía todavia enfrenta el fraude que afecta a 11 millones de vehículos diésel, en los que instaló un software que detecta cuándo el vehículo está siendo sometido a un test y permite reducir en este caso las emisiones de NOx para cumplir con la ley, mientras que en condiciones reales de conducción se sobrepasan exponencialmente estos límites.
La portavoz ha explicado que la Comisión Europea elabora cada año un informe sobre las emisiones de CO2 de los fabricantes de vehículos, que en esta ocasión ha sido detenido con motivo de las últimas revelaciones del caso wollswagen. " El proceso estaba en curso cuando tuvimos la nueva información. Ahora damos una oportunidad a Volkswagen para que actualice los datos", ha apuntado Itkonen.
La legislación comunitaria establece un tope del valor medio de emisiones de CO2 para los coches registrados en la UE, que ha ido aumentando progresivamente en los últimos años hasta el máximo de 130 gramos de CO2 por kilómetro para los modelos registrados en 2015.
En el caso que la media de emisiones de CO2 de la flota de vehículos de un fabricante supere este valor, la multa sería de cinco euros por le primer gramos de CO2 por encima de límite, de 15 euros por le segundo gramo, de 25 euros por el tercer gramo y de 95 gramos por cada uno de los siguentes gramos de CO2 emitidos más allá de los 130 gramos. Todo esto multiplicado por la cantidad de coches d la flota de en cuestión.