El Seprona de la Guardia Civil ha decomisado más de 700 toneladas de jamones, embutidos y productos cárnicos en mal estado, caducados o podridos en la provincia de Valencia. Se trata del último registro dentro de la mayor operación contra el fraude alimentario de los últimos años.

Según recoje Economía Digital, la trama empresarial se lucraba con la venta de productos alimentarios no aptos para el consumo humano, que eran manipulados para hacerlos pasar por productos frescos.

El Seprona calculó inicialmente unas 400 toneladas incautadas en naves idustriales, almacenes clandestinos y pequeñas cadenas de supermercados donde se comercializaba los productos; pero esa cifra e ha duplicado prácticamente sumando toda la mercancia decomisada y tras las últimas inspecciones en nuevas naves la semana pasada.

La trama empresarial valenciana es una de las remificaciones de una red de treinta empresas presentes en varias comunidades autónomas. En Extremadura  se situaría el epicentro de lo ue pudiera catalogarse como uno de los mayores delitos contra la salud pública de los últimos años.

Los juicios contra las empresas y empresarios implicados en la distribución del jamón en mal estado, caducado y podrido continúan avanzando en los municipios de Frenegal de la Sierra (Badajoz) y Alzira(Valencia). La mayor parte de ellos han acabado en prisión.

Trabajadores y responsables de empresas distribuidoras de productos cárnicos que están en el grupo de investigados han sido llamados a declarar en el juzgado de Frenegal de la Sierra en los últimos días.