Facua-Consumidores en Acción ha dirigido un escrito al director general de la Dirección General de Tráfico (DGT), para pedir celeridad al organismo en la elaboración del nuevo Reglamento de Vehículos, que pretende incluir una regulación de los patinetes eléctricos, para así conseguir con la mayor brevedad posible proteger a los ciudadanos de los riesgos que puedan correr debido a la aparición de estos vehículos en las calles.

En el texto, que firma la secretaria general de Facua, la asociación también considera necesario que con esta reforma de la normativa se regulen al resto de vehículos de movilidad personal (VMP), como monociclos, hoverboards o monopatines eléctricos, que están empezando a tener cierta presencia en las ciudades  y cuyo uso incorrecto puede conllevar riesgos para los viandantes y los propios usuarios.

Facua comparte las razones de la DGT para incluir los VMP en la legislación. Entre ellas, la necesidad de darles la personalidad jurídica y dictar unas normas de circulación, al igual que se hace con los vehículos a motor y bicicletas.

Tráfico contempla que no pueden circular a más de 25 kilómteros por hora, ni hacerlo por la acera, y pretende establecer controles de alcoholemia y drogas para los usuarios.

La problemática se pone de manifiesto tras las últimas noticias  aparecidas en medios de comunicación sobre accidentes provocados por el uso incorrecto de ls VMP. Hace unas semanas trascendía la muerte de una mujer en Esplugues de Llobregat, en Barcelona, debido a un atropello. Este jueves 13 de diciembre, el fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, ha comunicado que en 2018 han existido 273 accidentes provocados por las VMP en 44 ciudades españolas, siendo en su mayor parte de atropellos a viandantes.

Hasta el momento, al no existir una normativa estatal, los distintos ayuntamientos han tenido que ir aprobando ordenanzas municipales para regular el uso de estos vehículos. En Madrid, el Consistorio ordenó la retirada de todos los patinetes eléctricos de distintas empresas de alquiler por no adecuarse a la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que excluye ciertas calles y zonas de la ciudad de la circulación de patinetes, exige un seguro y prohíbe superar los 30 km/hora.

Barcelona y Valencia son otras de las ciudades que también han aprobado normas municipales. La primera ha equiparado los VMP con las bicicletas, siéndoles de aplicación el mismo régimen legislativo que a estas, mientras que Valencia permite circular a un máximo de 30 km/hora y exige la utilización de luz y timbre.

Facua, por tanto, también cree que, además de existir una regulación estatal, es necesario amortizar las normativas municipales para evitar los desajustes legislativos actuales entre las diferentes ciudades.